Montecristi
Sumario
HISTORIA
Origen del nombre Montecristi El Padre Bartolomé de Las Casas explica que, el nombre de Montecristi se lo otorgo Cristóbal Colon durante su primer viaje de navegación en 1492.
En el diario de navegación del Almirante aparece la siguiente observación, escrita el día 4 de enero de 1493: “Navegó así al Leste camino de un monte muy alto, que quiere parecer isla pero no lo es, porque tiene participación con tierra muy baxa; el cual tiene forma de un alfaneque muy hermoso, al cual puso nombre Monte Cristo.”
Epoca Precolombina No esta claro cuáles fueron los primeros pobladores que arribaron al territorio que es hoy la provincia Montecristi. En lugares vecinos, como la provincia Puerto Plata, se han encontrado vestigios de culturas que datan de unos 2,500 anos antes de nuestra era; lo mismo se puede asegurar para lugares no distantes que se encuentran en la parte haitiana de la isla; de modo que se puede inferir que si al Este y al Oeste hubo habitantes ya establecidos unos 2,500 anos antes de Cristo, es probable que de ese periodo daten los primeros pobladores de Montecristi.
A la llegada de los españoles a la isla en 1492, la zona estaba dentro de los límites de los cacicazgos de Marién y Maguá.
Época colonial En 1492 el territorio de Montecristi estaba ocupado por grupos tamos y macorijes, que constituían dos culturas diferentes, por presentar rasgos distintos, incluyendo la lengua que hablaban.
En su primer viaje de navegación por nuestra isla, Cristóbal Colón y sus acompañantes permanecieron una semana reconociendo las costas de Montecristi, que no estaban muy distantes de la Villa o Fuerte de la Navidad, lugar donde se vieron obligados a dejar un grupo de españoles, tras haber perdido una de las tres embarcaciones en que hablan realizado dicho viaje.
DESCRIPCIÓN GENEALÓGICA
Monte Cristi fue una ciudad próspera, que atraía gente no sólo de Santo Domingo, Santiago, Puerto Plata y otras comunidades, sino también a extranjeros (ingleses, franceses, españoles, chinos, estadounidenses, sudamericanos e isleños de las otras antillas), por lo cual "funcionaban consulados de los países más importantes".
"El progreso de Monte Cristi se debió –apunta la profesora Aguilera- entre otros factores a la existencia de la Casa Jiménez, cuyos propietarios estaban ligados a negocios establecidos en Europa…"
"Especialmente Alemania experimentó un auge en su desarrollo técnico e industrial. La industria textil y otras necesitaban las materias primas que existen en forma silvestre en la República Dominicana (campeche, guatapanal, aroma, etc.) y otras como miel, pieles, cera, etc. abrieron un mercado de exportación muy activo, que se completaba con el mercado de importación, constituido por productos manufacturados (telas, máquinas, lozas, zinc, zapatos, etc.)".
La Casa Jiménez era propiedad, principalmente, de Juan Isidro Jiménez, quien luego llegaría a la presidencia de la República (1899 y en 1911); su hermana doña Emilia Jiménez y el esposo de ésta, Rafael Rodríguez Camargo. Esos dos hermanos eran hijos de Manuel Jiménez, quien fuera el segundo mandatario de la nación, en 1849.
Rodríguez Camargo era hijo de Ramón Rodríguez (El Gallego) y María Rosa Camargo. Su familia era "una de las más ricas no sólo de Monte Cristi, sino del país".
Otro empresario importante en Monte Cristi fue el español Antonio Espín, quien consiguió la concesión para traer la primera locomotora al país y usarla en el transporte de troncos (traviesas) de campeche hacia el puerto.
Otras familias tenían negocios bien establecidos, entre ellas la Rivas petit, que venían desde Santo Tomás, una isla de las antillas menores colonizada por los ingleses. Allí el comercio había disminuido su apogeo en ese entonces y en ese momento, Monte Cristi era el puerto más importante de las antillas, por lo que decieron trasladarse a esa ciudad para establecer su comercio. La familia Jiménez Rodríguez y Rivas Petit eran las más ricas del país. Estas le prestaban dinero al gobierno dominicano y fueron los contribuyentes para realizar el primer ferrocarril, el primer acueducto y las primeras líneas telefónicas del país. Al hogar de uno de sus integrantes, Román, según versiones, "llegaban todos los días sacos llenos de dinero (onzas de oro, etc.)".