Rainieri, divino tesoro. Folio 9
Por: Graciela Thomén Ginebra 04 abril, 2020
“Me acabo de levantar de una enfermedad…” escribió Isidoro Rainieri en una de las cartas comerciales. Las cartas de 1912 son las últimas referencias de Isidoro en Puerto Plata, ya que el 12 de junio de ese año se registró su entrada al puerto de Ellis Island en el barco S.S. Semisole. Gracias a esta carta sabemos que había enfermado y decidido ir a Nueva York a tratarse con un médico cubano en un hospital privado.
Isidoro murió el 3 de julio de 1912, mientras era operado de cáncer, producto de un surgical shock o choque quirúrgico. Su cuerpo fue cremado en la Stephen Merritt Burial & Cremation Co., y sus cenizas enterradas en el cementerio histórico de Kensico en Valhalla, Westchester, Nueva York.
En Puerto Plata, luego de una misa para el descanso de su alma, Blanca enterró el tema de su partida allí. Mi bisabuela se dedicó con tazón y temple a levantar sola a sus hijos. Al final toda muerte es un abandono.
Su hija póstuma, Ana, nació el 7 de enero de 1913. A la mayoría de edad, casó con Jorge Maltés, puertorriqueño.
Isidorito, con 14 años, y su madre se hicieron cargo del negocio hotelero. Las hermanas mayores, Blanquita y Beatriz, quedaron a cargo del cuido de los más pequeños. Queco y Mafalda, todavía en Bologna, residían en Castello d’Argile donde se encontraban relativamente a salvo de los estragos de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Era un peligro embarcarse durante la guerra.
La muerte de Isidoro no fue la última de las tragedias familiares. El 19 de diciembre de 1918, a la edad de 21 años, Isidorito fue víctima de influenza.
En 1920, los hermanos Rainieri Franceschini seguían separados entre Puerto Plata y Bologna. Doña Blanca decidió reunirlos en Puerto Plata. Para traer a Queco y a Mafalda, envió a Yolanda, de 17 años, y a Blanquita, de 21, a Italia. Al recalar en el puerto de Ellis Island en Nueva York, declararon como contacto de emergencia a la compañía Divanna y Grisolía de Puerto Plata.
Al llegar a Italia, Blanquita y Yolanda se quedaron un año viviendo en la residencia de Castello d’Argile. En 1922, Blanquita, Yolanda, Queco y Mafalda emprendieron su regreso hacia Puerto Plata, pasando por Ellis Island.
Cuando llegaron a Nueva York el 5 de agosto de ese año fueron detenidos en Ellis Island. Los pocos detalles que brinda el manifiesto sobre la causa de la detención solo hacen referencia a que fue por transgredir la Ley 28 de la INA y por ser menores de edad. El récord de la presentación ante un juez fue breve y no hay detalles. Solo indica que permanecieron en custodia por 24 horas, que partieron a la 1:00 de la tarde de Ellis Island, con tiempo suficiente para embarcarse y llegar a Puerto Plata.
Ya allí, las hermanas pequeñas, Chela, Mayú, ambas de once años, y Ana, de nueve años, conocieron a Queco y a Mafalda por primera vez. Bianca pudo, finalmente, reunir a su familia en un solo país.
Instituto Dominicano de genealogía